
La banca cuenta en la actualidad con distintos frentes abiertos de enorme magnitud. Un informe elaborado por IEAF y FEF, que ha sido coordinado por la analista de BBVA Ana Rubio, y fue presentado este martes, identifica cuatro grandes retos para el sector: la incertidumbre regulatoria, la atonía del negocio crediticio, la amenaza de las fintech y los bajos tipos de interés.
El último, según buena parte de los expertos, es el más importante, porque está reduciendo sus ingresos y, por tanto, su capacidad para enfrentarse al resto de desafíos. El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, advirtió en el acto de que las entidades tendrán un problema duradero por la existencia de unos tipos en niveles muy bajos.
El responsable de la patronal alertó de que este asunto está dejando de ser transitorio y está empezando a ser estructural. No dudó en señalar que las tasas negativas -el euríbor está por debajo de cero desde febrero- "desaparecerán más pronto que tarde", pero en el futuro serán más reducidas que en la época anterior a la crisis. Entonces, los tipos llegaron a superar el 4%.
Ante esta circunstancia, la banca necesitará adoptar medidas, como la subida de comisiones, el ajuste de estructura y el inicio de una nueva ronda de fusiones. Al mismo tiempo, tendrá que amoldar su modelo a los cambios de la oferta y la demanda por la irrupción de las fintech en la actividad financiera. Roldán denominó este fenómeno como "la deconstrucción de la banca" al estilo Ferrán Adriá, un proceso en el que "si eres la tortilla no es gracioso".
Fusiones en Europa
Las operaciones de concentración, según Roldán, tendrán que llegar a ser en un momento dado transfronterizas. Desde hace tiempo, el presidente de la AEB defiende la puesta en marcha de integraciones en el sector a nivel europeo, para que la Unión Bancaria no fracase. Para ello, antes tendrá que desarrollarse un periodo de racionalización en algunos sistemas, como el alemán, donde ni siquiera "asumen sus debilidades".
El consejero ejecutivo de BBVA, José Manuel Fernández-Páramo, se refirió también a la amenaza que supone la entrada de nuevos jugadores en el sector, en el acto de presentación del estudio. De momento, son pequeñas compañías, que no están copando importantes nichos de negocio, pero un futuro no se descarta que gigantes como Google, Apple o Amazon irrumpan de lleno en la actividad bancaria. Por ello, González-Páramo reclamó una rápida transformación de las entidades y un equilibrio en las reglas del juego.
González-Páramo no sólo pidió igualdad en la normativa, sino el fin en el aumento "infernal" de exigencias a las entidades, porque genera incertidumbre y limita a las entidades a conceder créditos. Por ello, urgió a que la Unión Europea sea más proactiva en el establecimiento de medidas para las tecnológicas como, por ejemplo, en la protección de datos de los consumidores.
El consejero de BBVA, en este sentido, pidió a las autoridades una pausa regulatoria. A su juicio, antes de proseguir con el incremento de requerimientos de capital habría que llevar a cabo una análisis riguroso de los efectos no deseados de la normativa establecida a partir del estallido de la crisis.