Banca y finanzas

A la tercera fue la vencida: Muface, en la cuerda floja, resiste hasta 2027

  • La mutua, con un futuro incierto, abre a partir de mayo el periodo de cambio entre compañías o saltar a la pública
Sede de Muface. eE

El culebrón de la mutualidad de los funcionarios (Muface) llega a su fin. El próximo 1 de mayo entrará en vigor el nuevo contrato, por lo que los empleados públicos –en su mayoría profesores y maestros– podrán optar por un modelo de sanidad pública, o bien porque sean las aseguradoras adheridas al convenio las que lo hagan.

Un modelo que ha estado en entredicho y que, desde el pasado septiembre, se ha dudado de su viabilidad. Algunas voces, como la propia ministra de Sanidad, Mónica García, es una clara partidaria de acabar con Muface: "Se perpetúa un sistema anacrónico, que no existe en ningún otro lugar del mundo", declaró en varias ocasiones.

La propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se colocó, en su último informe, en esta misma posición, exponiendo todas las deficiencias de este modelo de colaboración público-privado. Las conclusiones de dicho informe, del cual el Ministerio de Función Pública –responsable de la licitación– ya disponía antes de la última oferta, eran claras: "dejar morir" a Muface por sí misma. Es decir, proponer enviar a todos los nuevos funcionarios directamente al sistema público de salud en lugar de dejarles elegir, lo que conllevaría que esta mutualidad se convertiría lo que en seguros se conoce como una cartera en run off: un sistema que no acaba directamente, sino que lo hace cuando el último mutualista falleciera –o se cambiara a la pública–. Mientras, Muface debería seguir existiendo y prestando servicio.

No obstante, Óscar López y su equipo ignoraron esta tesis hasta tres veces, que son las ofertas que tuvieron que deslizar a las aseguradoras para, por fin, llegar a un acuerdo. En octubre llegó el primer fracaso en la negociación, porque a pesar de que el concierto era a dos años vista, el incremento de prima fue insuficiente –un 17,12% con un presupuesto de 2.681 millones–. Tras esto, Función Pública decidió abrir un periodo de escucha con las aseguradoras, para conocer sus demandas. Una vez expuestas, volvió a plantear otra oferta con el cinturón más que apretado a juicio de las compañías: un concierto a tres años en lugar de a dos, pero con un incremento en las primas del 33,5% y 4.478 millones de presupuesto.

Sabiendo que el contrato fracasaría, el ministro tuvo que negociar mano a mano con las aseguradoras, en especial con Adeslas –participada por CaixaBank–, con la que consiguió llegar a un acuerdo para suspender esa segunda oferta y plantear una tercera, con un incremento de las primas del 41,2%, subiendo la de los más mayores y rebajando la de los jóvenes –la edad media de los mutualistas es de 57 años– y con un presupuesto de 4.808 millones.

Por el camino se cayó DKV, que no estaba dispuesta a aceptar un contrato a tres años, mientras Asisa, que por su idiosincrasia le convenía que Muface no finalizara –sus "accionistas" son los propios médicos–, también se sumó.

Un camino con baches

El acuerdo entre aseguradoras y Gobierno es tan solo la punta del iceberg. Porque como mutualidad sanitaria, Muface tampoco sería nada sin los servicios privados de salud, con los que las aseguradoras firman a su vez convenios para derivarles los pacientes.

Esta relación, que a priori es un win-win, se ha complicado en los últimos meses. Ante el incremento de primas que tanto reclamaban las aseguradoras, ahora son los hospitales y clínicas privadas los que piden que una parte de esa subida se les traslade, y a su vez los médicos los que reclaman una actualización de los honorarios que, en algunos casos, llevan unos 30 años prácticamente congelados.

Desde la patronal de la sanidad privada (ASPE) denunciaron la situación, aludiendo a que las aseguradoras solo les ofrecían un aumento del 3%. No obstante, Asisa ya ha dejado ver que las ha cerrado por encima de este porcentaje.

Uno de los grupos que ha alzado la voz ha sido HM Hospitales. La compañía presidida por Juan Abarca se ha retirado de los convenios de Mugeju e Isfas –las mutuas de la Justicia y la Defensa– en Barcelona. También, el sindicato policial Jupol denunció en un informe que Adeslas está reduciendo el cuadro clínico, tanto los centros como las especialidades, de Quirónsalud para los militares en Barcelona, Zaragoza y Huesca. Una disminución de coberturas que también han denunciado ASPE y la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

Todo esto ha contribuido a un desprestigio del modelo que ha provocado una huida progresiva de aseguradoras y de los propios mutualistas. De once aseguradoras que cubrían la sanidad de los funcionarios en el concierto de 2003-2005, tan solo dos son las que continúan, a pesar de que Mapfre y Axa habían hecho amagos de unirse.

Los funcionarios también han ido saliendo de Muface a lo largo de los años. En los últimos dos años, más de 100.000 empleados se han desplazado a la Seguridad Social, y un claro reflejo de la degradación es que hace quince años más de ocho de cada diez elegían la sanidad privada, y ahora un tercio optan por la pública. Especialmente esta tendencia se da entre los nuevos mutualistas, que en un 70% prefieren la sanidad pública, por lo que cada año que pasa, son menos los funcionarios que cubren las aseguradoras.

Manual del asegurado: preguntas del nuevo concierto

¿Cuándo puedo cambiarme al sistema público o de aseguradora?

El próximo 1 de mayo se abrirá un periodo de cambio de entidades, que durará hasta el 31 de ese mismo mes. En otras palabras, los mutualistas y sus beneficiarios deberán decidir si permanecen en Adeslas, Asisa o la sanidad pública, o si prefieren cambiar.

¿Qué sucede con las personas adscritas a DKV en el anterior concierto?

Esta aseguradora no formará parte del nuevo concierto. Sus mutualistas asegurados tendrán el mismo plazo para solicitar el cambio. Mientras, la aseguradora deberá proveer asistencia sanitaria durante todo el periodo de tiempo. En el caso en el que no decidan a qué entidad se cambiarán, Muface realizará un cambio forzoso a la sanidad pública.

¿Cuándo empieza el nuevo concierto?

A partir del 1 de junio, los funcionarios y beneficiarios deberán acudir a los centros adscritos en el cuadro clínico de su correspondiente aseguradora o de la sanidad pública. Mientras, las compañías de seguros del convenio pasado (Asisa, DKV y Adeslas) deberán seguir prestando servicio.

Si opto por la sanidad pública, ¿Puedo tener un seguro privado aparte?

Sí. De hecho, tres de cada diez funcionarios mutualistas de Muface que recurren al sistema público como proveedor de su asistencia tienen, además, un seguro privado que les garantiza una atención más rápida y el acceso a especialistas de una manera más fluida que mediante la Seguridad Social, según el informe de AIReF.

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