Las aseguradoras sostienen la naturaleza deficitaria de Muface. Las tres compañías estiman que a lo largo del trienio comprendido entre 2022 y 2024 perderán 429 millones de euros. Una deuda que se ha repartido de manera desigual a lo largo de los años, pero que aun así está lejos de las que las fuentes del sector estimaron en mayo, donde situaron esos números rojos en unos 600 millones de euros y que las tres aseguradoras dieron por buenos.
Diseccionando los datos por aseguradoras, SegurCaixa Adeslas, que es propiedad en un 50,01% de Mutua Madrileña y un 49,9% restante de VidaCaixa, es la que mayor déficit soporta en el concierto al tener un mayor número de asegurados.
Son más de medio millón de personas en Muface, lo que constituye el 46,9% de la cuota de mercado. En total estiman unos 256 millones de euros de pérdidas en los tres años, incidiendo especialmente en este 2024, donde apuntan que padecerán un déficit de 116 millones de euros.
Asisa es la segunda aseguradora con mayor peso dentro de Muface. Un 34,39% de mutualistas la eligen, lo que supone dar servicio a más de 376.000 personas. En su caso, las pérdidas en el trienio llegan a los 113 millones de euros, estimando las cifras de 2024 que aún no ha finalizado. Desde Asisa afirman que los números rojos "se han triplicado en este convenio respecto a los anteriores", lo que incluso implica que si el devenir no es mejor, se puede llegar a poner en riesgo requerimientos del regulador del sector, –la Dirección General de Seguros (DGS)–, como el ratio de solvencia, indican desde la aseguradora.
Aun así explican que el estar en Muface es algo que "les gustaría seguir haciendo siempre y cuando no se desboquen las pérdidas como en estos años", haciendo referencia al nacimiento de la compañía, formada por médicos.
DKV es la otra empresa que acoge a algo más de 200.000 mutualistas sumando los trabajadores en el exterior, lo que representa al 18,75% del total de adheridos a Muface. La filial de Munich Re estima soportar unas pérdidas de 60 millones de euros en el trienio. Desde la aseguradora desvelaron que su ratio combinado en este concierto alcanza el 110%, por lo que de cada 100 euros que la compañía ingresa por primas, tiene que soportar un coste de 110 euros por el servicio y otros gastos.
Javier Cubría, director general financiero, apuntó que en 2023 DKV recibió 217 millones de euros, de los cuales acabó perdiendo 21 millones incluyendo los gastos de gestión, que cifró en un 10% del montante.
El crono ya está en marcha
Ante esta situación, las aseguradoras reclaman un incremento más cercano al 40%, o bien un aumento del 24% para el año que viene y poder renegociar el presupuesto de 2026, como propuso Adeslas.
A lo largo del día de hoy llegarán a las mesas de las aseguradoras todos los detalles del nuevo convenio. Serán entonces cuando el cronómetro se ponga en marcha y tanto Adeslas como Asisa y DKV tendrán 25 días para contestar a la oferta del Gobierno, tiempo que se cumplirá el próximo cinco de noviembre.
De los pormenores que aparecerán en el contrato que remitirá el Gobierno se espera que un incremento de los gastos que tendrán que asumir las prestadoras del servicio, toda vez que se quiere incluir nuevas bondades como la salud bucodental o las terapias avanzadas, un tipo de medicamento que son muy costosos de adquirir. Esto es uno de los aspectos que preocupa a las aseguradoras a la hora de cuadrar un balance que ya de por sí es negativo para ellas.
Además, a tenor de las propias palabras del ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, hay pocas probabilidades de que en el transcurso de las negociaciones haya un incremento que supere el del 17% ya ofrecido. Por tanto, la pelota se encuentra en el tejado de las aseguradoras con una pendiente poco halagüeña para ellas.