
La amortización anticipada de hipotecas viene siendo una tendencia al alza desde que comenzasen a subir los tipos de interés en el verano de 2022. En este sentido, los datos del Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España (BdE) hecho público ayer muestran que aquellos hipotecados incluidos en el quintil de renta más alto fueron los que más porcentaje de repagos anticipados llevaron a cabo durante 2023. En concreto, este colectivo habría realizado una amortización de hasta el 5% del total de la cartera hipotecaria a tipo variable en el segundo semestre del año, cifra que supera en más de un punto porcentual al siguiente escalón de renta.
"Una parte de las amortizaciones anticipadas que se dieron en el último año se dieron por el diferencial en el tipo de interés del crédito y el depósito", reconoció Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España. En este sentido, Estrada apuntó a que estas amortizaciones se dieron en mayor porcentaje en aquellas familias con más renta, las que tenían más ahorro acumulado.
En el mismo informe, el supervisor bancario apunta a que la actual subida de tipos ha supuesto una traslación mucho más limitada de estos al pasivo que en la serie histórica, especialmente en el caso de los hogares. Así, explicaron, si el coste del activo es muy superior a la retribución del pasivo, aquellas familias con más capacidad de ahorro optaron por repagar su deuda antes de mantener las cuantías en depósitos.
Código de buenas prácticas
En el lado contrario, el de las familias con mayores dificultades financieras como consecuencia de la subida de tipos de interés, se colocan los números del código de buenas prácticas que las entidades financieras y el Gobierno firmaron para aliviar determinadas situaciones de tensión. En este sentido, la banca apenas dio luz verde a 7.900 operaciones del código de buenas prácticas hipotecario en 2023, que se corresponden con un saldo de alrededor de 900 millones de euros, apenas el 0,2% del total de la cartera.
Estas 7.900 operaciones suponen apenas un 12% del total de solicitudes que han cursado las familias para acogerse a esta medida que trata de soliviantarles ante el impacto de la subida brusca de tipos que se produjo desde verano de 2022. En total, y de acuerdo con los datos del supervisor bancario, en 2023 acudieron a esta fórmula de alivio unas 61.000 familias, cifra que se queda muy lejos de las estimaciones iniciales. De ellas, el 43% de estos expedientes fue rechazado por las entidades bancarias, en su mayoría al no cumplir alguno o varios de los requisitos que se exigen para acogerse. El 45% restante está en proceso de tramitación.
"Es una buena noticia que la gente no haya acudido", señalan desde el BdE, esto se produce porque "la situación económica ha ido mejor de lo que se preveía". Así, desde el supervisor recuerdan que las condiciones en las que se han concedido los préstamos en los últimos años "han sido muy prudentes, los LTV (loan to value) han sido muy bajos, los préstamos sobre renta también...". Además, también recordaron que en los últimos siete años el grueso de las hipotecas que se han concedido han sido a tipo fijo, por lo que las que tenían menor antigüedad, que son las más expuestas, no se veían afectadas por el auge de los tipos.