Banca y finanzas

El BCE manda inspectores al consejo de los bancos para vigilar su eficiencia

  • Retoma la tarea de hace 10 años tras marcarlo como una prioridad supervisora 
Sede del BCE.

El Banco Central Europeo (BCE) mandará equipos de inspectores a los consejos de administración de los bancos para vigilar su eficacia. El organismo desempolvará las inspecciones in situ que ya probó cuando echó a andar el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) en 2014, sin excesiva recurrencia. Se trata de una herramienta habitual en Países Bajos y que quiso extender como buena práctica al conjunto de las entidades que vigila, pero pronto decayó ante la renuencia con la que tropezó en algunos países. "Este tipo de actuaciones supervisoras ya se hicieron hace diez años, con inspectores del BCE asistiendo a las reuniones del consejo de los bancos españoles, lo que fue una innovación, pues es algo que el Banco de España no había hecho previamente", indican fuentes financieras.

El organismo liderado por la alemana Claudia Buch vuelve a incorporarlas en la caja de herramientas junto a las prioridades de supervisión para el trienio 2024-2026. El MUS actualizará sus expectativas supervisoras sobre la materia, que ayudarán a las entidades a identificar sus prioridades. Cuando finalice el ejercicio, divulgará las mejores prácticas identificadas en relación con la gobernanza y la cultura de riesgos en las entidades para incentivar su extensión al resto.

La industria descarta efectos drásticos porque, en la práctica, el supervisor mantiene una vigilancia exhaustiva del funcionamiento del máximo órgano de administración, sobre el que cada vez recaen mayores responsabilidades directas. "A día de hoy el BCE, ya realiza un seguimiento de lo tratado y debatido en las reuniones del consejo de los bancos a través del análisis de las actas, que cada vez son más exhaustivas, y de la documentación adjunta", indican las mismas fuentes.

"No creo que este tipo de inspecciones puedan llevar a sanciones, sino que formarán parte de la evaluación de la gobernanza de la entidad en el marco SREP (proceso anual de revisión y evaluación supervisora), a lo sumo, y en el caso de apreciar deficiencias significativas, podría tener consecuencias en términos de requerimientos de capital", agregan. Las inspecciones in situ son una herramienta muy conocida de la banca y particularmente de la española, que durante años mantuvo además equipos de estos profesionales empotrados en sus organizaciones para facilitar su función.

En el plan 2024-2026, el MUS explica que se valdrá de estas auditorías para efectuar también valoraciones de los riesgos crediticios y comprobar su adecuado provisionamiento, sobre aspectos relacionados con el clima o para comprobar su resistencia ante los ciberataques. La multiplicación de los ataques informáticos ha colocado esta última preocupación entre las prioridades del sector y del BCE, que tiene bajo lupa además las vulnerabilidades que se puedan derivar de la externalización de procesos.

En materia de sostenibilidad el recurso a las inspecciones in situ buscará comprobar el adecuado seguimiento de la normativa. Podrá lanzar estos ejercicios para verificar la implicación de las entidades en el seguimiento de la norma o en el marco de exámenes de riesgo crediticias, operacional, de modelo de negocio, etc.

29 acciones supervisoras

El MUS identifica en el plan de supervisión hasta 2026 tres prioridades de supervisión y siete debilidades que abordará con 29 actividades supervisora. Sus tres prioridades son fortalecer la resiliencia de la banca ante shocks macro financieros y geopolíticos, remediar las deficiencias en la gobernanza y la gestión de los riesgos ESG y relacionados con el clima, y vigilar los avances en la transformación digital y la resiliencia operativa.

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