
La tasa diaria del euríbor, el índice al que están vinculadas la mayoría de las hipotecas, se sitúa este viernes al 3,597% tras registrar su mayor caída desde el pasado mes de marzo, con un descenso de 0,079 puntos porcentuales, un 2,149%. De esta manera, la referencia se lanza a por su tercer mes consecutivo de bajadas y consolida el nuevo ciclo bajista. Debería subir en las últimas cuatro jornadas de enero cerca del 4% para experimentar una subida. Los contratos de futuros también bajan tras la reunión del BCE y los swaps financieros apuntan a que el índice podría terminar el año en el 2,5%.
El euríbor se suele poner nervioso cuando habla la presidenta del BCE, Christine Lagarde, de tipos de interés. Su futuro a corto y largo plazo está unido a los movimientos del banco central. La semana pasada en Davos, la banquera gala provocó un fuerte repunte diario del índice hipotecario al abrir la puerta a que el primer recorte de tipo será en verano. Las subidas de los días posteriores hasta dejaron en el aire que el euríbor volviera a registrar una nueva caída mensual.
La rueda de prensa de ayer de Lagarde tenía que ser clave para la fase inicial del ciclo bajista que ha emprendido el euríbor. La máxima responsable de la política monetaria del euro se mostró prudente y cautelosa a la hora de proporcionar nuevas pistas sobre cuándo podrían empezar a bajar los tipos de interés.
Las expectativas del mercado sobre los tipos de interés, y por extensión sobre el euríbor, está generando fuertes tensiones con el BCE. Por la cabeza de Lagarde y de la del resto de banqueros centrales no pasa llevar a los tipos de interés al 3% a final de año, como descuentan los swaps financieros, que suelen ser una buena hoja de ruta de por dónde se moverán los intereses en los mercados financieros. Para el euríbor, las previsiones del mercado se traducen que debe terminar el año en el 2,5%.
El discurso de Lagarde siguió la línea de frenar las exacerbadas previsiones del mercado para los tipos. "No queremos estar atados a un calendario concreto", dijo e insistió en el mensaje de que el organismo sigue siendo "dependiente de los datos", y que irán analizando la situación a medida que se vaya desarrollando. Y al ser preguntada por la fecha tentativa de verano, contestó: "Me mantengo en mis comentarios; lo que dije, lo mantengo", pero añadió, con la prudencia que caracteriza a los banqueros centrales, su obligación de "ser reservada, porque también estamos diciendo que dependemos de los datos y que todavía hay un nivel de incertidumbre y algunos indicadores que no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos".
Las matizaciones y los movimientos bruscos al alza de los últimos días han propiciado que el euríbor responda hoy con una fuerte bajada. El índice cae hoy 0,079 puntos porcentuales, un 2,149%, hasta el 3,597%, demasiada volatilidad para un indicador que busca justo lo contrario. Se trata de la mayor subida desde el pasado mes de marzo, cuando los mercados entraron en pánico por la crisis bancaria en EEUU.
La buena noticia para las hipotecas es que a falta de cuatro días para cerrar enero, el euríbor volverá a bajar por tercer mes consecutivo, algo que no sucede desde finales de 2020, cuando los tipos y el euríbor se encontraban enterrados en tasas negativas. La bajada mensual está prácticamente garantizada. El euríbor de media debería subir a diario, en lo que queda de mes un 3,98% para quedar por encima del 3,679%, la media de diciembre.
Y no es la única buena noticia. Los futuros del euríbor a tres meses, que es la referencia con la que cuentan los analistas para el índice, también han respondido a la baja a la reunión de ayer del BCE. En los últimos días, el contrato con vencimiento a diciembre había repuntado por encima del 2,6%. Hoy vuelve al 2,5%. Todos los vencimientos registran descensos. Además, el modelo OIS (Overnight Indexed Swap) de derivados financieros descuenta para final de año que los tipos de la tasa de depósitos se sitúen en el 2,5%. El viento sopla a favor para que continúen las caídas de diciembre.