
Las familias se van de vacaciones y tiran de crédito al consumo al mismo tiempo que reducen sus ahorros en los depósitos. Así, los datos de cierre del pasado mes de julio que maneja el Banco de España (BdE) muestran que este tipo de financiación sigue al alza y ha aumentado solo entre junio y julio en más de 2.000 millones de euros. De hecho, si se compara el mes de julio de los últimos ejercicios –el primero en que los españoles se van de forma generalizada de vacaciones–, se puede observar que el de este año marca máximos de crédito al consumo desde el año 2009 y en el histórico solo es superado por los años 2008 y 2007 -justo antes de que estallase el boom inmobiliario y cuando las condiciones del crédito se quedaban muy lejos de las actuales–.
La llegada de la época estival hace que el gasto se dispare, más si cabe en un verano en el que los precios de las vacaciones están marcando récords y las familias llevan meses haciendo esfuerzos con los gastos del día y su incremento como consecuencia de la inflación del último año y medio. Con esta situación como telón de fondo, las familias españolas han apostado por el crédito al consumo –uno de los recursos de los que se sigue tirando para financiarse pese a la subida de tipos de interés– y el saldo vivo de este tipo de financiación rebasó a cierre del séptimo mes del año los 97.349 millones de euros. Así, esta cifra es un 3,9% superior a la de hace justo un año, cuando apenas superaba los 95.000 millones.
Y todo ello pese a que este tipo de financiación se ha encarecido sobremanera en los últimos meses, llegando a sobrepasar ampliamente el 10% de interés en las últimas semanas. Eso sí, cada vez las empresas de todo tipo de productos ponen más fácil contratar este tipo de financiación a través de productos como el buy now, pay later o de startups y fintechs que apuestan por trocear los pagos a corto plazo.
Pero el auge del crédito al consumo no parece ser suficiente para cubrir esos gastos que se han incrementado y las familias han optado al mismo tiempo por rebajar sus ahorros. Así, en el lado de los depósitos, como ya publicó este medio hace unos días, el mordisco al ahorro también se ha dejado notar, llegando a los 984.800 millones de euros a cierre del mes de julio, frente a los 990.300 millones de un mes antes. En el mismo mes de un año antes, esta cuantía rondaba los 997.000 millones, es decir, el ahorro en depósito de las familias se habría reducido en un 1,2%, o lo que es lo mismo, algo más de 13.000 millones de euros.
Hipotecas sigue a la baja
Donde sí ha impactado la subida de tipos de interés es en la contratación de otro tipo de financiación, como es el caso de las hipotecas, que se han frenado casi en seco en los últimos meses al tiempo que han aumentado los repagos anticipados para evitar el golpe de un recálculo de las cuotas. Así, según los datos del Banco de España, a cierre del mes de julio el saldo vivo de los préstamos para vivienda era de poco más de 500.000 millones, cifra que se ha reducido en casi 20.000 desde el mismo mes del año anterior.
En el lado de los préstamos "para otros fines", como indica el regulador bancario, también se ha reducido el saldo vivo, pasando de 87.000 a 85.000 millones.
Las empresas, con el crédito a la baja
Más allá de las familias, la subida de tipos de interés también ha afectado a las empresas. De hecho, la demanda de préstamos de las compañías no financieras ha caído a su nivel más bajo en 20 años, desde que hay registros. La demanda de préstamos y líneas de crédito no solo es la más baja jamás registrada, sino que la caída es generalizada en todos los sectores, según la última Encuesta de Préstamos Bancarios que el Banco Central Europeo (BCE) publica trimestralmente y que toma como referencia los datos de junio.