BBVA evoluciona el confirming para facilitar la sostenibilidad en las cadenas de suministro de sus empresas clientes. El banco ha diseñado un procedimiento que permite categorizar a los proveedores de las compañías que contraten el servicio en función de sus compromisos en materia medioambiental, social o de gobernanza corporativa, y premia con mejores precios en el uso del confirming a los más sostenibles.
"En México hemos hecho ya cuatro operaciones de confirming con nuestro cuestionario y en Colombia una", señala Marina Andrés, responsable de Advisory en Global Transaction Banking del banco. En España trabajan en su introducción y revela que ha despertado gran interés.
El confirming es un servicio financiero que permite a las empresas gestionar los pagos con sus proveedores y disfruta de un elevado uso en países como España. El banco adelanta los importes de las facturas a los proveedores que lo soliciten, evitándoles tensiones de tesorería y sin impactar a su endeudamiento porque es financiación al cliente empresa.
En España, la cifra de pagos gestionados por confirming ascendió el pasado año a 231.275 millones de euros, con un aumento interanual del 23,63% y situando su volumen en cifras equivalentes al 17,5% del PIB. Los anticipos ascendieron a 98.574 millones, el 7,4% del PIB.
Casi la totalidad de las compañías del Ibex cuentan con este tipo de servicios y lo tienen contratado alrededor del 45% de las empresas que trabajan con BBVA a través de su banca mayorista, según sus datos.
El banco metió ya el componente ESG en el servicio de confirming en 2019, cuando firmó la primera operación con Endesa, y ahora ha diseñado un estándar para facilitar su adopción.
Se trata de un cuestionario de 20 preguntas claves, certificadas por una agencia de sostenibilidad y desarrollado internamente, que permite verificar el compromiso de los proveedores en materia sostenible a través de preguntas específicas, cuyas respuestas positivas permiten calificarles cuando adjuntan la documentación acreditativa (por ejemplo, con certificados de eficiencia energética o con sellos ISO).
Aquellas otras empresas, muy comprometidas en esta materia y que ya tienen identificadas materias donde desean avanzar, pueden plantear sus prioridades y se diseña un servicio a medida, explica la responsable de Advisory en Global Transaction Banking. Un ejemplo es el confirming que Endesa ajustó el pasado año primando condiciones de economía circular.
"Otra posibilidad es trabajar con una segmentación que haga un tercero y hay muchos players que tienen su propia metodología y scoring, que permite evaluar a los proveedores y les da una calificación. Nosotros lo podemos usar, siempre y cuando sea algo validado por el cliente y por nuestro departamento de Sostenibilidad", indica.
"Nuestros clientes buscan que sus proveedores sean más sostenibles. Hoy no hay una ley, pero vendrá alguna a regular la sostenibilidad en la cadena de suministros. Es algo que se está hablando a nivel europeo", desliza. En los objetivos de huella de carbono, por ejemplo, las empresas se obligan a mitigar sus propias emisiones (calificadas como Scope 1), las realizadas por factores como el tipo de energía que consumen (Scope 2) y el resto de emisiones indirectas, donde entrarían todos los suministros (Scope 3).
"Aquí es donde tienen muy poco o casi ningún control y en industrias como la automotriz el Scope 3 es bastante representativo", apunta Andrés, y explica que el sistema ideado "busca apoyar a nuestros clientes a poder atacar o alinear a los proveedores con sus objetivos Net Zero (emisiones)".
Al otro lado, el acicate para avanzar en sostenibilidad se plantea con un mejor precio. "Cada programa es muy tailor made, pero tiene que ser una diferenciación de precios que sea material y realmente se vea la diferencia para que el proveedor tenga el incentivo", indica.