Banca y finanzas

Los grandes inversores advierten de las verdaderas (y muy graves) secuelas de First Republic

  • Auguran más regulación y restricciones de crédito
  • Descartan que la Fed frente su senda de subida de tipos
  • El FMI afirma que ha fallado la supervisión

La intervención de las autoridades estadounidenses en First Republic Bank no ha provocado un gran terremoto en los mercados como los casos de Silicon Valley y Signature Bank, lo cual ha sido recogido con alivio en el sector y en el Gobierno estadounidense. Pero los principales inversores del país rechazan esta complacencia inicial y avisan de la gravedad de las secuelas que están por venir.

Este lunes, mientras se anunciaba el cierre de la entidad y la venta de sus 'restos' a JP Morgan, los grandes nombres del sector se reunían en Beverly Hills para asistir la prestigiosa conferencia del Milken Institute. Según recoge Financial Times, hubo unanimidad en el diagnóstico: la tercera incautación de un banco por los reguladores estadounidenses desde marzo amenaza con restringir el crédito y empeorar la desaceleración económica.

Fueron varias las grandes voces del mundo financiero que aprovecharon la jornada inaugural de la conferencia para pronosticar réplicas tras las recientes turbulencias. La razón es que los bancos se verían obligados a cumplir normas más estrictas que podrían mermar su capacidad de conceder préstamos justo cuando la economía estadounidense sufre las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal.

Según David Hunt, director ejecutivo de la gestora de activos PGIM, valorada en 1,2 billones de dólares, "apenas estamos empezando a ver las implicaciones para la economía estadounidense". "En primer lugar, vamos a ver un verdadero aumento de la regulación en el sistema bancario, en particular en muchos prestamistas regionales", dijo Hunt, añadiendo que el impacto de las nuevas normas sería "bastante restrictivo". Este obstáculo al crédito llevará a una "desaceleración real" en la demanda agregada.

Rishi Kapoor, consejero delegado de Investcorp, firma con con sede en Bahréin, afirmó que "no cabe duda de que el efecto de segundo y tercer orden sobre el sector bancario va a restringir las condiciones financieras".

Otros advirtieron de que la inflación estancada significa que el banco central estadounidense tiene menos margen de maniobra si la economía se estanca y afirmaron que algunos inversores se están haciendo ilusiones al predecir que la Reserva Federal recortará los tipos de interés este año tras aplicar una última subida de 25 puntos básicos esta semana.

Karen Karniol-Tambour, codirectora de inversiones del gigante de los fondos de cobertura Bridgewater Associates, afirmó: "es una expectativa abocada a la decepción". A su juicio, es hora de que los mercados "asimilen lo limitados que van a estar los bancos centrales en comparación con los últimos 30 ó 40 años", cuando cada vez que había un "pequeño murmullo de un problema", se podía simplemente "bajar los tipos e imprimir dinero".

El FMI avanza más regulación

Por su parte, Kristalina Georgieva, directora del FMI, culpó a la "complacencia" de las quiebras bancarias estadounidenses. "Sabemos que hubo una desregulación innecesaria y ahora hemos visto el precio que hay que pagar. Hemos visto que la supervisión no ha estado a la altura".

Georgieva también advirtió de que el rápido ritmo de las recientes quiebras bancarias en EE.UU., impulsadas por la capacidad de los ahorradores de transferir dinero en línea con un solo clic, una velocidad "impensable" hasta ahora, requeriría "una gran cantidad de nuevas ideas reguladoras sobre cómo abordar esto".

Sin embargo, algunos ponentes de la conferencia afirmaron que las turbulencias habían demostrado la resistencia general de los bancos estadounidenses. "Cuando se da un paso atrás y se observa la estructura del sistema financiero estadounidense, se ve que es increíblemente sólido", afirmó Jane Fraser, Directora General de Citigroup. Fraser se refirió a un intento finalmente infructuoso de apuntalar First Republic, en el que su institución y otros grandes bancos depositaron 30.000 millones de dólares en el banco californiano.

"Estábamos en condiciones de hacerlo, lo que debería reconfortar a todo el mundo", afirmó Fraser, aunque admitió que el salvavidas sólo había servido para ganar tiempo para First Republic.

El director de una gran firma de capital privado, que habló con Financial Times bajo condición de anonimato, dijo que instituciones como la suya serían capaces de tomar con calma el aumento de los impagos y las valoraciones. "Los precios bajarán, pero no es como si cayera un meteorito o se produjera una extinción. Es sólo el funcionamiento normal del mercado".

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