
Unicaja tiene un nuevo Día D marcado en el calendario para cerrar el desarrollo de la hoja de ruta de gobernanza que le pidió el Banco Central Europeo (BCE) y que tendrá lugar durante el próximo mes de abril, una vez que la junta de accionistas que se celebrará previsiblemente durante la última semana de marzo apruebe todos los cambios de asientos que hay pendientes en el consejo de administración del banco y después de que se conozcan los resultados del informe de gobernanza que el BCE lleva meses trabajando. De esta forma, la entidad cumpliría con el único requisito obligatorio: que esté implementada para el momento en que se cumplan dos años desde la firma de la fusión con Liberbank, es decir, para el 31 de julio de este mismo año.
Y es que dependiendo de la composición de la mesa del consejo la hoja de ruta tendrá una u otra forma. Tanto es así que la primera fecha que había puesto el regulador sobre la mesa para la entrega de este documento –finales de enero de 2023- se pospuso tras conocerse la intención de la Fundación Bancaria Unicaja –accionista mayoritario del banco- de relevar a sus cuatro representantes. Entonces no se fijó una nueva fecha, pero ahora fuentes financieras consultadas por elEconomista.es enmarcan este movimiento en el mes de abril.
¿Qué movimientos quedan por hacer en el consejo? Por un lado, la próxima junta de accionistas deberá ratificar –si este órgano lo propone- a los dos independientes que se incorporaron hace ahora diez meses, Isidoro Unda y Teresa Costa. Además, también debe dar el visto bueno a la llegada de Miguel González Moreno como dominical de la Fundación Unicaja, el único nombrado por cooptación desde la dimisión de los representantes anteriores.
De forma adicional, esta misma junta deberá aprobar también el nombramiento de Juan Antonio Izaguirre, Natalia Sánchez Romera y José Ramón Sánchez Serrano para ocupar los otros tres puestos que le corresponden al máximo accionista del banco. Estas propuestas de la Fundación fueron tomados en consideración en una reunión del consejo celebrada en diciembre, pero a día de hoy y pese a la dimisión de los titulares de estas sillas, no se ha decidido su nombramiento por cooptación.
Párrafo aparte merece la situación de otra de las sillas de independientes, la de María Garaña. La directora para Europa de Google llegó al banco con la fusión con Liberbank, donde ya era independiente, y fue nombrada hace apenas un año como presidenta de la comisión de nombramientos. Tras presentar su dimisión con efectos tras la próxima junta, el banco debe proponer un nombre, previsiblemente femenino, para cubrir el hueco que deje.
Una vez que todos estos movimientos hayan sido aprobados por los accionistas, será el momento en que se reconstruyan la práctica totalidad de las comisiones del consejo de administración con el fin de seguir adelante con la hoja de ruta que el regulador le exige.