Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

La pasión antimonopolios ha vuelto a EEUU. El pasado 5 de agosto, un juez condenó a Google por prácticas monopolísticas y abrió la puerta a posibles condenas que van desde su troceamiento hasta la venta de su navegador Chrome. Y esta semana, la FTC ha redoblado las investigaciones contra Microsoft por empaquetar aplicaciones como Teams dentro de Office.

La Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC) ha abierto una nueva investigación antimonopolio contra Microsoft. Este nuevo caso se centra en sus servicios en la nube (Azure), productos como Teams, sus ofertas de ciberseguridad y sus productos de inteligencia artificial, y llega poco después de que un tribunal diera la razón al Departamento de Justicia en un caso similar contra Google.

Desde que Donald Trump anunció su apoyo por las criptomonedas, los fans del bitcoin están frotándose las manos. Y sus aliados más 'criptobros', que están rodeando al presidente en los últimos meses en posiciones relevantes, quieren aprovechar el interés del reelegido presidente para impulsar una idea que podría reforzar la credibilidad de la criptomoneda y su precio: crear una 'reserva estratégica de bitcoins' financiada por el oro de la Reserva Federal, que prácticamente supondría dar el salto oficial del oro al bitcoin como gran activo de reserva.

Estados Unidos aplicará al sector público su propia “motosierra”, parafraseando el término que hizo suyo el presidente argentino, Javier Milei, y que tanto ha gustado a quien se confiesa un orgulloso admirador del método Milei, Elon Musk. El dueño de Tesla dio esta semana una contundente réplica a quienes aseguran que no tiene competencias suficientes para recortar el sector público estadounidense como Donald Trump le ha encomendado que haga. Lejos de todo derrotismo, Musk pronostica la futura salida de miles de trabajadores de las Administraciones, ya sea por la vía de la dimisión o del despido, en un artículo publicado por el 'The Wall Street Journal'.

Queda menos de un año para las elecciones en Canadá, y el primer ministro, el liberal Justin Trudeau, está hundido en las encuestas, 20 puntos por detrás del Partido Conservador. Y su respuesta a la grave crisis de popularidad que enfrenta ha sido abrazarse al populismo fiscal: estas Navidades, el Gobierno retirará el IVA de juguetes, videojuegos, comidas preparadas, vino, cerveza, bombones y caramelos, con la esperanza de que Papá Noel se acuerde al ir a las urnas.

Nvidia ha presentado los resultados trimestrales del tercer trimestre fiscal de 2025, y ha dado una de cal y una de arena. La firma ha batido ampliamente las expectativas de resultados, con un crecimiento interanual del 94%, pero los anuncios sobre el chip Blackwell, del que todos los analistas estaban pendientes, ha dejado fríos a los inversores, con caídas de hasta el 4% en el 'after hours'.

El sueño de toda empresa es que los clientes le paguen, pero que luego no se molesten en recibir todos los servicios por los que han pagado. Y Starbucks está viviendo ese sueño: la compañía ingresa cada año casi 200 millones de dólares en tarjetas de regalo que nadie usa. Ese último dólar que se queda suelto supone el 0,5% de los ingresos anuales de la multinacional. Un chollo caído del cielo por el que varios estados de EEUU están peleando en los tribunales.

Una de las grandes historias de las elecciones de EEUU ha sido la alianza entre Donald Trump y Elon Musk. El presidente electo ya ha anunciado que el consejero delegado de Tesla será el 'zar del ahorro', al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, con el objetivo de recortar gasto público. Musk ha prometido recortar "2 billones de dólares" de gasto de los casi 7 que alcanza el presupuesto de EEUU, para eliminar el gigantesco déficit que sufre el país. Pero una mirada muy atenta a las cuentas del país revela lo difícil de su misión: o Musk se contenta con recortar partidas irrisorias con más fines propagandísticos que de ahorro, o su objetivo de "deconstruir el estado administrativo" requeriría de un apoyo muy complicado de un Partido Republicano sin apenas margen de maniobra en el Congreso.

Las elecciones de EEUU terminaron hace una semana, pero la mayoría de la Cámara de Representantes sigue en el aire. ¿El motivo? La extrema lentitud en el recuento de los estados del oeste, con California a la cabeza, el gran bastión demócrata. ¿Cómo una institución que solía dar mayorías aplastantes a un partido ha pasado a estar bailando entre un lado u otro por un puñado de votos?

Wall Street cumple una semana subida en su última racha alcista, que ha llevado a los principales índices al otro lado del Atlántico a marcar y superar sus máximos históricos, sesión tras sesión. La victoria de Donald Trump ha sido el impulso para la cotización de los índices estadounidenses, con las perspectivas de un nuevo mandato del republicano que parecen llenar de optimismo a los inversores. En medio de esta euforia posterior a los comicios, la principal referencia estadounidense, el S&P 500, logra su último récord: superar la barrera psicológica de los 6.000 puntos. Consiguió tocarla el viernes, aunque cerró por debajo, y este lunes cotiza por encima.