A una semana de las elecciones presidenciales en EEUU, las mesas de inversión computan múltiples resultados en un complejo tablero de ajedrez donde la probabilidad de una barrida demócrata es elevada. Un contexto que de materializarse promete sumar un nuevo riesgo a la baja para la bolsa americana tras la montaña rusa de este año. Al fin y al cabo, una victoria del expresidente Joe Biden, donde su partido controle ambas Cámaras del Capitolio, augura un inminente aumento de la fiscalidad, especialmente para las multinacionales y los inversores más acaudalados.