La Virgen de la Macarena y la polémica restauración que ha desatado la indignación de sus devotos es un asunto que trasciende el ámbito de los devotos. En Sevilla, donde la fe se mezcla con la estética y el rito con la identidad colectiva, no basta con conservar. Hay que sentir. Y cuando una pestaña cambia, para muchos, cambia el corazón de una ciudad entera.