Adelantábamos este viernes la bomba de que Florentino Pérez ha cedido y ha cerrado en Bernabéu para conciertos por la presión judicial pero también por las exigencias de los artistas. El presidente del Real Madrid y poderoso dueño de ACS no ha podido más y ha tirado la toalla (temporalmente) después de varios meses tratando de convencer a Almeida y a los vecinos de los alrededores del estadio de que el estruendo y el jaleo que se forma con eventos como los celebrados por Taylor Swift o Becky G son compatibles con la ley. Conclusión: el actual Bernabéu es una infraestructura deportiva que no sirve macroeventos musicales sin saltarse la ley.