María Patiño desvela que ha pedido ayuda profesional para tratar su adicción: "Nunca estás curado del todo"

La periodista se ha convertido en una de las reinas de las redes sociales. Al frente del programa Ni que fuéramos shhh..., en el Canal Quickie, María Patiño ha recuperado la espontaneidad y la chispa que había perdido en los últimos meses, muy complicados para ella. Y es que la cancelación de Sálvame después de 14 años en antena y las consecuencias de la misma (los vetos de los colaboradores en otras cadenas, por ejemplo) la sumieron en un profundo vacío: "Al principio fue un choque con la realidad. Cuando lo cancelaron, lo pasé muy mal. Enfermé y tuve que pedir ayuda".

María Patiño se sincera este sábado en una entrevista para El País y desvela cómo vivió ese paréntesis profesional: "Me di cuenta de que veía muy poco a mi familia, que compartía poco tiempo con mis amigos, y que mi hijo ya tenía 23 años y yo apenas era consciente de cómo había pasado el tiempo. Mis padres fallecieron y creo que no tuve ni tiempo de reflexionar y hacer el duelo", recuerda. "Mi obsesión por el trabajo no era sana. Soy muy competitiva, pero no quiero que se me vaya la vida en el trabajo". La periodista acudió a un profesional para tratar su adicción al trabajo y ahora se encuentra mucho mejor, aunque es consciente de que no puede bajar la guardia: "Esto es como las drogas o con cualquier otra adicción: nunca estás curado del todo".

Ahora, a sus 53 años y casada con el actor Ricardo Rodríguez, María sueña con encontrar el equilibrio entre su vida profesional y personal y asegura, orgullosa, que está viviendo un momento "muy dulce". La acogida del público a su nuevo proyecto ha sido muy positiva y van sumando espectadores poco a poco: "Es algo mágico".

También ha opinado sobre sus rivales y antiguos compañeros. Por ejemplo, Ana Rosa y su nuevo espacio vespertino: "A mí me da muchísima pena y lo digo desde el máximo respeto. Todos tenemos derecho a tener una opinión política, pero me da rabia que algunas personas sean más utilizadas de lo que ellas piensan. Antes los políticos dominaban las autonómicas, pero esto ya se ha ido de madre. Esto es malo para Ana Rosa y para todo el sector", ha dicho. "Es la manipulación de la realidad, tergiversar realidades jodidas como un atentado o intentar derribar gobiernos contando mentiras. Eso es basura, en mayúsculas".

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