Adelantábamos este viernes la bomba de que Florentino Pérez ha cedido y ha cerrado en Bernabéu para conciertos por la presión judicial pero también por las exigencias de los artistas. El presidente del Real Madrid y poderoso dueño de ACS no ha podido más y ha tirado la toalla (temporalmente) después de varios meses tratando de convencer a Almeida y a los vecinos de los alrededores del estadio de que el estruendo y el jaleo que se forma con eventos como los celebrados por Taylor Swift o Becky G son compatibles con la ley. Conclusión: el actual Bernabéu es una infraestructura deportiva que no sirve macroeventos musicales sin saltarse la ley.
Ni todo el poderío del magnate que maneja con éxito el club blanco ha podido sacar adelante el empeño de celebrar conciertos en Concha Espina. Florentina acumula más de 1.800 millones de euros de fortuna, por lo que ocupa el quinto puesto de los más ricos de Madrid y el número 13 de España. Pero el empresario ha tenido que suspender todos los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu. Nos cuentan sin embargo que se trata solo de un paréntesis.
Sin fechas concretas aseguradas, nos informan de que el cerrojazo se extenderá por lo menos hasta el verano del año que viene. Eso significa de facto suspender los espectáculos ya programados, como el concierto del coreano Music Bank, mientras que los conciertos de Dellafuente, Aitana y Lola Índigo han sido aplazados sin fecha oficial. El Atlético de Madrid ya ha dicho que ellos no son segundo plato de nadie y se niega a poner su estadio para sustituir al estadio de La Castellana. Aitana, muy afectada, ha pedido perdón a sus fans tras la cancelación de sus conciertos y ha dicho en sus redes sociales que las fechas se posponen al 27 y 28 de junio, datos que no han sido corroborados por el Real Madrid. Las innumerables denuncias de las asociaciones vecinales han podido con el todopoderoso Real Madrid, obligado por la presión judicial, pero también por las exigencias de los cantantes, cuyas necesidades de sonido son incompatibles con los límites de ruido que marca la ley. El pasado fin de semana, el concierto de Aventura fue un fracaso porque el grupo del Rey de la Bachata, Romeo Santos, fue víctima de las protestas y gritos de sus fans, enrabietado porque después de pagar su entrada apenas podían escuchar la música por el bajísimo volumen, a causa de los limitadores instalados para evitar el ruido fuera del estadio: tampoco se escuchaba dentro.
La justicia ya se ha cobrado a una víctima merengue: un delito penal
La primera víctima legal entre las filas del Real Madrid es nada menos que la mano derecha de Florentino y director general del club, José Ángel Sánchez, y al propio Real Madrid Estadio. No es el único gol que ha recibido el 15 veces campeón de Europa: ha sido anulada la concesión de los parkings que está construyendo el club blanco, si bien el fallo que ha sido recurrido por el Ayuntamiento. Almeida también ha sido señalado por los vecinos del barrio.
Fue el pasado 24 de julio la titular del juzgado de instrucción número 53 de Madrid admitió a trámite la querella presentada por la Asociación Vecinal Perjudicados por el Bernabéu contra la sociedad del club blanco y contra su administrador único, José Ángel Sánchez. Los querellantes imputan al Real Madrid Estadio un presunto delito medioambiental del artículo 325 del Código Penal. Los espectáculos y conciertos celebrados desde el 26 de abril han excedido los límites de emisión de ruidos establecidos en la normativa municipal y, no consta que se haya adoptado medida alguna en el estadio para evitarlo. Al menos, eficaces. Emilio Butragueño, responsable de las Relaciones Institucionales del Real Madrid, trató de llegar a un acuerdo y ganar tiempo para poner coto a los límites del ruido hasta final de año. El club colocó un toldo absorbente en la cubierta, mamparas en los laterales, entre otras medidas, pero ninguna funciona.
La siguiente pantalla para el director general del Real Madrid tras su imputación será comparecer en octubre ante la magistrada Mónica Aguirre de la Cuesta. Hasta que José Ángel Sánchez se siente para explicarse con la jueza, cualquier evento que incumpla la ley podrá ser utilizado en su contra.
Los vecinos también se querellaron también contra el alcalde de Madrid y el concejal de Medioambiente por limitar a 20.000 euros las sanciones, una cantidad que los demandantes consideran ridículas en relación a las ganancias y los volúmenes que se manejan en conciertos multimillonarios, de modo que serían multas que "sale rentable" pagar. Sin embargo, la jueza dejó fuera tanto a Almeida como a Borja Carabante al no entender como un delito de prevaricación esa "rebaja" en la cuantía de las sanciones, si bien los vecinos anuncian recurso también contra esta decisión.
