Los cruceros que recalan en el Puerto de Barcelona generan una facturación de 796 millones de euros anuales de forma directa, indirecta e inducida, y aportan 413 millones al PIB catalán, a la vez que mantienen 6.759 empleos y se traducen en unas rentas fiscales de 152 millones en impuestos estatales, autonómicos y tasa turística, según un estudio con datos de 2014 encargado por el puerto de la capital catalana a la Universitat de Barcelona (UB) y que ha contado con la colaboración de Turismo de Barcelona.
