La sangre de un hombre que fue mordido por serpientes venenosas en más de 200 ocasiones —muchas veces a propósito— podría ser de utilidad para la creación de un antídoto eficaz contra este tipo de mordeduras, según recoge Euronews. Este hombre es Tim Friede, un aficionado a los reptiles que se dejaba morder por estos animales con el fin de crear cierta tolerancia a su veneno.
