Bolsa y Mercados
Aiven es una de las últimas empresas emergentes europeas que ha alcanzado la categoría de unicornio: ese término usado en el mundo del capital de riesgo para describir a una compañía que no cotiza en bolsa, pero que tiene un valor de, al menos, 1.000 millones de dólares. La finlandesa Aiven ofrece lo que se llama infraestructura de datos de código abierto, con el fin de permitir a los desarrolladores la creación de aplicaciones. "Y aunque el software se esté comiendo el mundo, el código abierto se está comiendo el software", destacan desde la firma de capital riesgo Atomico, que ha invertido en la compañía escandinava.