Estudié Periodismo en la Universidad de Murcia y luego me trasladé a Madrid para cursar un máster en Investigación Periodística en la Complutense. Comencé como redactor freelance de prensa del corazón en La Razón y, finalmente, me incorporé a elEconomista.es, donde formo parte del equipo de Audiencias como redactor tanto de la sección de corazón como de viajes. Ahora me podéis leer sobre todo en Informalia, donde contextualizo y analizo la última hora de la crónica social.

Sol, playa y tiempo libre son la excusa perfecta para hacer un viaje de unos días a la costa. A lo largo y ancho de nuestro país hay rincones espectaculares repletos de encanto. Sin embargo, cuando se habla de una de las playas más bonitas de toda es inevitable pensar en las islas y en Menorca hay algunos lugares en los que disfrutar de verdad.

Las buenas temperaturas hacen que muchos se animen a viajar y explorar un poco más cada punto de la costa. Y es que no hay mejor plan que escapar a un pueblecito con playa para disfrutar de sus muchos encantos.

Hacer una escapada siempre suena bien. Y ahora que empieza el buen tiempo ya se puede ver como muchos llenan sus coches para comenzar un viaje en carretera en condiciones. Música, buena compañía y comida para picar algo, pero nunca está de más tener controlado algún sitio en el que parar y si hay opción de una mariscada por menos de 20 euros mejor todavía.

La Capilla Sixtina es una de las grandes joyas del Renacimiento, pero también epicentro de la elección papal. Este miércoles el Vaticano empezaba los preparativos previos al cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco I, que falleció el pasado 21 de abril.

La llegada del buen tiempo es sinónimo de playa y ¿qué mejor manera de disfrutar de los días libres que hacerlo junto la agradable brisa de la costa Mediterránea? Con el aumento de las temperaturas y los días más largos, apetece escaparse a rincones donde el mar y la tranquilidad se combinan para ofrecer una de las experiencias más agradables, al menos hasta que empiece la temporada y las costas comiencen a masificarse.

El buen tiempo invita a explorar y descubrir nuevos rincones. A lo largo y ancho de la geografía española existen lugares que a menudo pasan desapercibidos, especialmente cuando se encuentran "escondidos" por las nubes entre un precipicio y una montaña.

Las buenas temperaturas son sinónimo de escapadas para disfrutar del sol en cualquier punto de España y los turistas británicos lo saben. El medio The Mirror ya está poniendo el foco en nuestro país, pero rehuyendo de "la idea de playas abarrotadas". Por ese motivo han señalado un punto menos conocido de la Costa Blanca: "recientemente las populares zonas costeras de España han recomendado a los británicos evitar la superpoblada Marbella y el bullicioso Benidorm", explican en el citado diario.

Los hermanos David y José Muñoz han conseguido ser dos de los artista más queridos de España. Con Estopa han puesto la banda sonora a miles de fans y después de 25 años de éxitos siguen embarcandose en nuevos proyectos sin que parezca que vayan a parar pronto. En 2024 celebraron esta gran trayectoria profesional con un Premio Ondas, pero siempre muy recelosos de su vida privada junto a sus mujeres y sus hijos.

El Castillo de Santa Bárbara, ubicado en lo alto del monte Benacantil a 166 metros sobre el nivel del mar, es uno de los símbolos más representativos de la ciudad de Alicante. Su imponente presencia domina la bahía y ofrece unas vistas privilegiada tanto del Mediterráneo como del casco urbano. Además de ser una de las fortalezas más grandes de España, es también un testimonio vivo de la historia en la ciudad.

En España hay lugares únicos para disfrutar de la temporada de primavera con una escapada o un viaje express. Si pensamos en Barcelona a muchos nombres que se nos vienen a la cabeza, como Montclar, con el sello de pueblo con encanto nombrado por la Agencia Catalana de Turismo de la Generalitat de Cataluña; Sitges, con sus zonas costeras y su famoso festival de cine de terror; Cardona, con su imponente castillo y minas de sal, o Talamanca, en pleno Parque Natural de Sant Llorenç.