El buen tiempo invita a explorar y descubrir nuevos rincones. A lo largo y ancho de la geografía española existen lugares que a menudo pasan desapercibidos, especialmente cuando se encuentran "escondidos" por las nubes entre un precipicio y una montaña.
En pleno macizo de las Guillerías se encuentra un pequeño pueblo con apenas 131 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2024. Es un lugar de contrastes y vistas espectaculares, aunque no apto para quienes sufren vértigo. Tavertet parece sacado de un cuento y, pese a estar entre los municipios más bonitos de España, el ser tan desconocido lo convierte en el destino ideal para desconectar unos días y sumergirse en la naturaleza más salvaje.
Situado a más de 800 metros de altitud, Tavertet está literalmente colgado sobre un farallón de piedra que ofrece vistas inigualables al pantano de Sau y al valle del Ter. Este enclave natural, dominado por las formaciones rocosas del Collsacabra, genera una imagen única, especialmente en días de niebla o durante las primeras horas del amanecer, cuando las nubes lo rodean como un manto blanco y Tavertet parece flotar entre ellas.
Uno de los grandes encantos de Tavertet es su conservación. El núcleo urbano está formado por casas de piedra del siglo XVIII perfectamente restauradas y calles empedradas.
Pese a su tamaño, Tavertet ha sido fuente de inspiración para numerosos artistas y escritores. Uno de sus vecinos más ilustres fue el filósofo Raimon Panikkar, quien pasó sus últimos años en este lugar. Y es que Tavertet no solo ofrece un marco natural, sino también una energía que invita a la reflexión y el descanso.
Un entorno natural por el que pasear
Caminar y reflexionar pensando con calma y tranquilidad. Esta es una de las actividades más practicadas entre los senderos de la zona, todo ello rodeado por bosques de encinas y hayas, acantilados de vértigo y antiguos caminos de pastores.
Rutas como la que lleva hasta el mirador del Castell, o la que baja hasta el embalse de Sau, permiten disfrutar del paisaje en su máxima expresión. En días despejados, incluso es posible divisar los Pirineos al fondo.
Cómo llegar a Tavertet
Esta descripción puede parecer que llegar a Tavertet es una odisea de por sí, pero ni mucho más lejos. Se puede llegar desde Barcelona en unas dos horas en coche, pasando por Vic y atravesando carreteras secundarias que se abren paso entre montañas.