Periodista
un harakiri público de Rajoy

La imagen que necesita España, para que no terminen de huir las inversiones paradas estos días por la incertidumbre política, no es precisamente la de una investidura fracasada.

tras el 20D

Se utiliza con frecuencia estos días la idea de que el actual Parlamento es mucho más plural que los anteriores. Para sostener ese análisis se argumenta que han entrado nuevas formaciones políticas que no estaban en las cámaras y que ninguna tiene una mayoría absoluta con la que imponer su voluntad al resto de los partidos.

una sesión que acabó siendo un circo

La solemne sesión de apertura de la Legislatura ha sido ridiculizada por los mismos protagonistas que hace dos años jaleaban que se intimidara a los diputados en el exterior de esos mismos muros. Una jornada que siempre ha sido motivo de orgullo para los españoles ha acabado convertida en un show, un circo de varias pistas donde la pose de dudosa educación y el exhibicionismo ideológico restaron protagonismo a la grandeza del momento.

polémica con forcadell

No es la primera vez que un Jefe de Estado se queda sin recibir en audiencia al presidente de un parlamento autonómico para recibir la comunicación de la elección del presidente investido. Ocurrió hace tres años en Cataluña cuando Nuria de Gispert se quedó sin asistir a la Zarzuela porque el Rey Juan Carlos estaba convaleciente de una operación quirúrgica, y la comunicación oficial de la investidura de Artur Mas se realizó por correo. No es preceptivo, aunque sí conveniente para engrasar las instituciones y darle la escenografía necesaria al peso institucional que merecen unos comicios regionales.

Análisis | Víctor Arribas

El anuncio de Mas de retirar su candidatura a la presidencia catalana, proponiendo a Carles Puigdemont como su delfín y heredero de sus políticas, es un elemento más para que en Madrid se busque un gran acuerdo en defensa de España por parte de las fuerzas constitucionalistas. Pedro Sánchez debería sentarse este domingo con César Luena para analizar detenidamente el horizonte que se abre en Cataluña y la necesidad de que los partidos que defienden la unidad de este país garanticen la estabilidad.

Pedro Sánchez viaja a Lisboa

Pedro Sánchez se va a Lisboa para analizar la situación política local. No se marcha a Berlín, ni a Londres, ni a París. Elige el país en el que se ha fraguado el acuerdo que él va a buscar con el objetivo de desbancar al partido que ganó las elecciones y auparse a la presidencia.

En toda crisis hay una oportunidad

Las elecciones han declarado la relatividad absoluta de cualquier planteamiento político que se haga en España. Por ejemplo, la afirmación de que el bipartidismo era un desastre alimentado por la voracidad de dos grandes formaciones que mantenían sometidos bajo su yugo al resto de partidos. Ni esto último ha ocurrido nunca, ni la supremacía electoral de PP y PSOE ha sido tan negativa para el país como se ha intentado hacer ver.

Víctor Arribas

Lo primero que deberíamos esperar los españoles ante el inminente 2016 es que nos proporcione un gobierno estable. La descabellada situación política nacida de las urnas el 20 de diciembre, que podremos confirmar el la sesión constitutiva del día 13 de enero, no permite el optimismo sobre esa estabilidad pero un país con mayoría de edad democrática como el nuestro debe auto exigirse la estabilidad y la normalidad institucional como metas alcanzables.

El panorama tras las elecciones

Si el Comité Federal del próximo lunes no lo evita, Pedro Sánchez acabará el año 2015 y comenzará 2016 explorando la forma de articular un acuerdo con Podemos, En Comú, ICV, EUiA, Equo, EU, Anova, En Marea, Compromís, IU-UP, ERC-CATSI y previsiblemente también con PNV y Democràcia i Llibertat (Convergència, Demòcrates y Reagrupament). Todo ello, para ser elegido presidente del gobierno cuando Rajoy fracase en su intento de ser investido. Especial 20D | EN DIRECTO | Elecciones generales del 20D

abstenerse o no

El Partido Popular realizó un servicio al Estado cuando apoyó la investidura y respaldó toda la legislatura de Patxi López al frente de la presidencia del gobierno vasco. El mismo Partido Popular cometió un error grave y una dejación de sus responsabilidades públicas cuando permitió que Susana Díaz tardara tres meses en ser investida presidenta, con la paralización de la institución durante ese tiempo. Sus intereses electorales en el País Vasco y en Andalucía eran en ambos casos secundarios, porque lo primordial era dar estabilidad a las instituciones. Especial 20D. EN DIRECTO | Elecciones Generales.