"La burocracia paneuropea es tan lenta que los atentados se suceden mientras los papeles duermen"
Súbitamente, en apenas siete días, la primera potencia del continente europeo se ha dado cuenta de que es enormemente vulnerable ante ataques terroristas. Y de que su población, expuesta a riesgos hasta ahora aletargados, sufre el pánico sin que las autoridades puedan frenar esa sensación que provocan un puñado de hechos violentos o de carácter terrorista.