Análisis
Las dificultades económicas de Rusia pueden atribuirse principalmente al descenso de los precios del petróleo, cuya abrupta caída en el verano de 2014 provocó una drástica bajada del rublo. Ello precipitó a la economía rusa en el perjudicial círculo vicioso de aumento de la inflación, subida de los tipos de interés, contracción del crecimiento y un debilitamiento aún mayor de la moneda. En el futuro prevemos un ligero repunte y la estabilización de los precios en un rango de 50-70 dólares por barril. Si esto ocurriera, podría ofrecer un respiro. Para saber si la economía rusa va a repuntar y estabilizarse es preciso analizar cuatro elementos clave.