No está dispuesta a que nadie gane dinero a su costa tras su reconciliación con Iñigo Onieva, ni siquiera su revista amiga. Por eso, Tamara Falcó, nada más descubrir que en su viaje a Praga había paparazzi intentando inmortalizar su romántico viaje, subió a redes su álbum más personal. No podemos afirmar que lo hiciera para fastidiarles pero destrozó la exclusiva al regalar las imágenes que buscaban los fotógrafos, reduciendo ostensiblemente el valor del reportaje que estaban tratando de 'robarles' a Onieva y a ella. Y para redondear la jugada hizo caja ella al etiquetar y por tanto hacer publicidad de sus estilismos y del hotel donde ella y su novio su hospedaron, que casualmente era de un amigo suyo. Primero soltó lastre (imágenes) su novio, sacando algunas fotos sin demasiada relevancia pero que podrían haber servido de cebo. Pero la marquesa de Griñón, en cuanto detectó la presencia de reporteros, lo soltó su álbum más personal.