La cascada de sentencias de primera y segunda instancia, así como la doctrina del Tribunal Supremo o del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), ha tenido de momento poco impacto en la política de las entidades financieras –y también de otros establecimientos como estaciones de servicio o centros comerciales–, que mantienen las tarjetas revolving en su cartera de servicios. Esta persistencia pone en evidencia una preocupante desconexión entre los pronunciamientos judiciales y la realidad, dejando al consumidor expuesto a prácticas abusivas.

CEO de Abogados Legalsha