Terminas de desayunar, reposas unos minutos y te lavas la boca. Finalizas la comida, descansas un tiempo y te cepillas los dientes. Para cenar, más de lo mismo. Lo cierto es que se trata de una rutina que se mete en la cabeza desde pequeños y se mantiene hasta la muerte.

Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, empezó en Diario AS en la sección de actualidad, informando sobre temas políticos, culturales o sociales, entre otros. Ahora, en elEconomista, es redactor de audiencias, con el foco puesto en temas de salud y económicos. Siempre está atento a las últimas noticias y le gusta estar informado de todas las novedades de las redes sociales.