Para quienes lideran una empresa, cada día representa un nuevo desafío. Gestionar todas las áreas del negocio -desde las finanzas hasta los recursos humanos-, cumplir con los pagos a proveedores y empleados, asegurar el cobro a clientes, mantener la competitividad y proyectar una buena imagen, todo sin caer en número rojos, exige una coordinación constante y el compromiso de todo el equipo. En este contexto, la tecnología puede ser una aliada imprescindible.