Director ejecutivo de Strategy Economics
Matthew Lynn

Bajo quinientos puntos. Subo doscientos, luego bajo otros cien. En la pasada semana, la calma un poco extraña de la que se beneficiaron los mercados durante la mayor parte de este año se ha roto de forma decisiva. La volatilidad ha vuelto, con vaivenes diarios en todos los índices principales.

Matthew Lynn

Desvían dinero de un país a otro para evitar el pago de impuestos. Están arrasando con industrias enteras. Han puesto fin a las seguridades en el mercado laboral y han subvertido las democracias con una avalancha de noticias falsas. Los gigantes de la tecnología aún no han sido acusados de propagar la plaga o de comerse a los bebés para desayunar, pero quizás sea sólo cuestión de tiempo.

Matthew Lynn

El rascacielos Shard se convertiría en una vivienda de bajo coste. El edificio que los londinenses llamamos El pepinillo se convertiría en un enorme Kentucky Fried Chicken, mientras que la mitad de Canary Wharf pasará a ser una pista de patinaje... Si uno escucha a algunos de los más convencidos partidarios de que Reino Unido siga en la UE en los últimos dos años, las grandes empresas estaban a punto de evacuar Londres en masa cuando abandonamos la Unión, dejando sólo unas pocas empresas pequeñas y locales en lo que fue uno de los grandes centros de negocios del mundo.

Matthew Lynn

S uiza está creciendo a un ritmo acelerado del 3,4%. Noruega, al 2,2% este año, la más rápida de las economías de Escandinavia. Islandia está en un 3% este año al volver al rendimiento turboalimentado antes del colapso financiero. ¿Qué tienen en común todos esos países? Todos están en Europa, pero fuera de la UE. Mientras tanto, Italia vuelve a entrar en recesión. Francia está estancada de nuevo, e incluso Alemania se está ralentizando con otra caída en los pedidos de fábrica la semana pasada. A medida que comienza el último trimestre del año, cada vez resulta más claro que la Europa no perteneciente a la UE crecerá más rápidamente que la UE. Añada el Reino Unido a la mezcla y eso se vuelve aún más cierto. Se nos sigue diciendo que la pertenencia a la Unión es crucial para la economía, y que la producción colapsará si no hacemos un trato al marcharnos. Y, sin embargo, las pruebas de ello siguen siendo sorprendentemente escasas: todos los demás países de fuera parecen seguir haciéndolo muy bien.

Matthew Lynn

Probablemente no hay muchos campos en los que los hombres más ricos del mundo y las empresas más grandes puedan estar de acuerdo. Ni el cambio climático, ni el Brexit, ni el comercio, y probablemente ni siquiera el impacto de la inteligencia artificial o la robótica en la economía del siglo XXI.

Matthew Lynn

Son complacientes con la forma en que está cambiando el mercado. Ponen los resultados trimestrales y su próximo dividendo por delante de la salud a largo plazo de cualquier negocio. Ignoran las nuevas tecnologías y se exponen a los ataques de los emprendedores y las nuevas tecnológicas o startups. Los principales gestores de fondos que controlan la mayoría de las grandes empresas se quejan constantemente de esas circunstancias, de que no innovan lo suficiente, no invierten y no miran hacia el futuro.

Matthew Lynn

Si quieres entender lo que está pasando en la venta al por menor, olvídate de los libros de texto de negocios e inténtalo con algo de historia militar en su lugar. A lo largo de los siglos, las potencias militares y económicas en ascenso han conquistado primero nuevos territorios, y luego, una vez derrotadas, las han reconstruido, bajo su propio control y para sus propios fines.

Matthew Lynn

Están obligando a las tiendas a cerrar. Apenas pagan impuestos. Están dejando a la gente sin trabajo, y las pocas personas que emplean tienen contratos terribles. Los gigantes de Internet reciben un flujo interminable de críticas por el daño que están haciendo a la economía en general. Nadie los ha acusado de envenenar los embalses o de comer bebés para desayunar, pero probablemente es solo cuestión de tiempo. En respuesta, el ministro de Economía británico, Philip Hammond, está hablando de un impuesto Amazon -un impuesto especial sobre el comercio electrónico-.