Doctora en Medicina
Marisa Navarro

Para muchas personas, un empleo con el que no se sienten felices se convierte en motor de generación de emociones negativas. Cuando estas se mantienen en el tiempo, teniendo en cuenta los días y horas que pasamos en el trabajo, el sistema inmune se ve afectado. Por ello, la desmotivación laboral se puede convertir en un potenciador de enfermedades, psicosomáticas o de otra índole. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior

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