En los últimos meses, grandes compañías tecnológicas, financieras y de consultoría han anunciado el fin del teletrabajo y la vuelta a los tradicionales cinco días presenciales a la semana en la oficina. Las razones que, según estas empresas, justifican esta decisión, se relacionan con que ese modelo laboral que trajo el confinamiento resta productividad, dificulta la comunicación rápida y la innovación, no favorece el espíritu de equipo y no genera un propósito compartido.