Luis Serrano
El año que ahora está a punto de concluir ha tenido de nuevo un denominador común. Los incidentes más graves que se han producido han puesto en evidencia la necesidad en la urgencia que tienen las compañías, las instituciones, los directivos, las celebrities y los políticos de reajustar su análisis de riesgos para adaptarse a un escenario de crisis digitalizado e hipertransparente donde la gestión, desde los valores y la transparencia, hubiera sido, o ha sido, la clave para la neutralización rápida del daño.