Juan Ramón Rallo
Afirmó Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, que "gobernar es errar". Sin duda, es de agradecer que el líder socialista reconozca la inexorable falibilidad de los poderes públicos, pero ni siquiera debería ser necesario hacerlo. El conocido aforismo latino de errare humanum est ya pone de manifiesto que el error es consustancial al ser humano, y a menos que Pedro Sánchez estuviera implícitamente sugiriendo que los gobernantes se hallan por encima del común de los mortales, el comentario resulta redundante. Claro que los políticos se equivocan: lo sobrenatural sería que no lo hicieran.