Juan Carlos Lozano

Podríamos decir, como en el archifamoso cuento de Monterroso, que "cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Sólo habría que cambiar la palabra dinosaurio por independentismo, y tendríamos un fiel reflejo de lo que nos espera de aquí hasta las elecciones del 21-D. Con el agravante de que este recorrido que nos lleva a las puertas de la Nochebuena tiene toda la pinta de ser sólo la primera fase de un muy (todavía más) largo proceso.

Podemos parece descartar moderarse y abandona la clase media

Las últimas tensiones vividas en el seno de Podemos, especialmente las surgidas a raíz del abandono del Pleno del Congreso que guardaba un minuto de silencio como señal de respeto ante la muerte de Rita Barberá, ponen de manifiesto dos cosas. Pablo Iglesias es quien manda de verdad y Podemos es lo que fue desde el comienzo: un partido de extrema izquierda.

Juan Carlos Lozano

La austeridad, al menos como la hemos conocido en los últimos años, parece tocar ya a su fin. Tras una crisis de caballo provocada por un gasto incontrolado, tocaba hacer lo que cualquiera haría en su casa: recortar costes (plan de ajustes) y desapalancarse (intentar reducir el volumen de créditos). Ahora, con la economía creciendo a un ritmo sostenido, y con las incertidumbres políticas, al menos a corto plazo, solventadas, es hora de pensar en dejar que la economía vuelva a crecer y sobre todo, es hora de olvidar los recortes. Porque los recortes son una de las excusas sobre la que cabalgan los populismos, que a pesar de defender modelos fracasados una y otra vez en distintos países y momentos, siguen atrayendo adeptos con el discurso del descontento.

Juan Carlos Lozano

Parece que, si no lo evita un repentino acto de inconsciencia de parte del PSOE, tendremos a finales de mes o primeros de noviembre, por fin, un Gobierno. Un Ejecutivo que pueda elaborar unos Presupuestos que no sean una mera prórroga de los actuales, porque España necesita, otra vez, unos ajustes más que notables: 5.500 millones de euros para empezar.

Juan Carlos Lozano

La pasada semana hemos vivido una de las páginas más desconcertantes de la democracia, cuando el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aceptó el encargo o el mandato o como le quieran llamar, del Rey, de formar Gobierno, pero no aseguró que acudiese a la sesión de investidura.

Juan Carlos Lozano

La semana parece decisiva para conseguir que las fuerzas políticas formalicen un pacto, como mínimo de investidura, que garantice al menos durante un plazo medio un periodo de estabilidad. Pero en estas semanas a veces parece que se nos olvida dónde estamos situados. Los partidos presentan propuestas más o menos realizables, más o menos extremas, y descuidan, según parece, el hecho objetivo de que España es un país de la zona euro.

Juan Carlos Lozano

El caso de Abengoa, al menos con los pocos datos que tenemos hasta ahora, apunta más a un problema de mala gestión en la empresa que a la lamentable combinación de corrupción y expolio a la que hemos estado asistiendo en otras compañías. Una mala gestión que se resume básicamente en subsistir a base de créditos y no a base de ingresos, tapando la falta de éstos con más préstamos.

Juan Carlos Lozano

Los Presupuestos para 2016 presentados por el Gobierno el viernes son la mejor prueba de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy es más socialdemócrata que liberal. Una vez que la situación económica parece encauzada, y salvaguardando siempre lo que podríamos considerar pilares intocables de un sistema democrático en el siglo XXI (educación, sanidad e infraestructuras), lo que queda es que contra lo que proclama la oposición, las cuentas suban en el llamado aspecto social.

Juan Carlos Lozano

Días de pactos, conversaciones, idas y venidas en el panorama político español. Días de reuniones y declaraciones en la plaza pública, mientras que las decisiones se toman en privado. Los dos grandes y tradicionales partidos del arco parlamentario español, PP y PSOE, tan necesarios para dar estabilidad al país, afrontan esta difícil etapa, esta profunda herida del bipartidismo, con los deberes por hacer.

Opinión | Juan Carlos Lozano

Creo que una de las cosas buenas que saldrá de estas elecciones (empezando por las andaluzas y siguiendo por todas las demás, que estamos ante unos cuantos meses muy cargaditos) es el fin, aunque sea temporalmente, del bipartidismo.