CEO y fundador de Gratix

No hay excusa. Solo la dejadez de la Administración central; solo la desconsideración hacia el sector del que depende la mayor parte de la economía de la provincia malagueña; solo el desprecio o falta de respeto hacia los habitantes de las poblaciones costeras puede explicar esta desidia.

En un momento como el actual, en el que una pandemia nos lleva a cuestionar nuestros propios valores, como individuos y como sociedad, somos más conscientes que nunca de cuáles son nuestras aspiraciones; qué nos importa y qué no. La sociedad ha cambiado, nosotros hemos cambiado. Las personas y el planeta son nuestra prioridad y, por eso, vivir de acuerdo con nuestros principios de solidaridad y de sostenibilidad nos hace sentirnos bien. Ese el mundo en el que queremos vivir.

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