Los españoles cada vez tienen más claro que el futuro se encuentra en un empleo público. Más de la mitad de la población española decide o, al menos, se plantea ser funcionario. Esto se debe a que las ventajas que ofrece el Estado son mucho más atractivas y seductoras que el resto de los empleos por ya sea por su calidad de vida, estabilidad laboral y o por sus condiciones salariales.