Análisis

El parón del crecimiento de la actividad económica en China, con su consecuente y retrasado efecto en los mercados de valores mundiales, ha puesto de manifiesto, una vez más, hasta qué punto las economías mundiales están conectadas y dependen de los ciclos económicos que se originan a miles de kilómetros. Todo ello, en gran medida, motivado por el hecho de que cada vez más países se hayan ido incorporando en los últimos años a cadenas de suministro mundiales.

Iván Tintoré

El parón del crecimiento de la actividad económica en China, con su consecuente y retrasado efecto en los mercados de valores mundiales, ha puesto de manifiesto, una vez más, hasta qué punto las economías mundiales están conectadas y dependen de los ciclos económicos que se originan a miles de kilómetros. Todo ello, en gran medida, motivado por el hecho de que cada vez más países se hayan ido incorporando en los últimos años a cadenas de suministro mundiales.

Últimos artículos de Opinión