Cristina Blanco no levanta cabeza. La madre de Miguel Ángel Muñoz pasó de ser la vidente de los famosos en los 90 a tocar los infiernos, pues en los 2000 su negocio se tambaleó por una cámara oculta y también por la condena de 16 meses de prisión que recibió en 2007 por el robo de tarjetas de crédito en un hotel marbellí. Después llegó la depresión a la que cayó sumida y el trastorno bipolar que le diagnosticaron en la Clínica López Ibor, en Madrid, donde estuvo ingresada. A finales del año pasado, la vida le volvió a dar un vuelco tras perder una pierna. Sin embargo, no está sola. Su hijo permanece a su lado, y así lo demostró este domingo en su perfil de Instagram.