Opinión
Ser un gran líder se muestra en tiempos difíciles. Con buena mar y viento a favor todos saben navegar bien. Pero en la tormenta, cuando la mar se vuelve brava, es donde los buenos navegantes demuestran su capacidad. En momentos de crisis, como los que estamos viviendo, es cuando se necesita un buen capitán capaz de dirigir la nave, de mantenerla a flote, de conservar la calma y tomar decisiones acertadas. Para ello hacen falta líderes que se ganen el puesto, siendo capaces de dirigir sus organizaciones cuando la información es limitada, cuando se tienen pocas certezas y mucha confusión, y aún así se es capaz de tomar decisiones difíciles y defender el bien mayor.