Europa se encuentra en un momento crucial para definir el futuro de las redes de telecomunicaciones. Mientras la Comisión Europea busca sentar las bases para un mercado digital sólido, capaz de competir en un escenario global cada vez más complejo, el sector de las telecomunicaciones europeas se enfrenta a importantes desafíos. La fragmentación del mercado, distintos marcos regulatorios obsoletos y la falta de inversión homogénea, lastran el potencial de un sector estratégico para el futuro de Europa.