Mercados | Comentario
Las presiones ejercidas desde la UE sobre el Gobierno italiano parecen haber surtido efecto. Por lo menos han logrado hacer entrar en razón a la bicefalia Di Maio-Salvini y hoy todo apunta a que el déficit de los próximos tres años ya no se mantendrá estanco en el 2,4% como plantearon ambos dirigentes en un principio, sino que se reducirá gradualmente como demandaba la Comisión Europea.