Arribes del Duero y los cañones del Sil no son los únicos parajes naturales de España a los que se puede poner el sobrenombre de fiordos. El balcón del Tajo también es una experiencia única para descubrir en barco los roquedos y riberos del Tajo, observar especies amenazadas de singular belleza como la cigüeña negra, el buitre leonado y el alimoche y maravillarse de las exuberantes umbrías y solanas cubiertas de vegetación mediterránea.