opinión
Hemos vuelto a enviar un mensaje alto y claro al Gobierno, a los partidos políticos y a los empresarios: las cosas no pueden seguir así. La movilización que protagonizamos ayer, 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, ha ratificado el compromiso absoluto de la sociedad española con la lucha de las mujeres, con la exigencia de cambio, de superar las brechas y las barreras que todavía les impiden condiciones laborales y carreras profesionales equivalentes a las de los hombres.