podemos y ciudadanos

Aunque es asumido que en noches electorales la quemadura del clavo ardiendo sabe a beso, hay pequeñas victorias que te hacen olvidar el mayor de los males, aquel que recoge el conjunto de la fotografía. Todos ganan casi siempre de alguna manera, pero este domingo los que perdieron no se esforzaron ni en cultivar las apariencias. En lo que se refiere a los partidos emergentes, este contraste resultó más que evidente. Especial 25S Galicia. | Especial 25S País Vasco.

el líder socialista se juega su futuro

El gobierno (suspiro). Ese gobierno que parecía feliz a tu lado pero que se fue a por tabaco y ya va para un año que no vuelve. Ese condenado gobierno que ni está, ni se le espera, y que parece incluso cosa de un pasado lejano y distópico en el que había posiciones que criticar y leyes que lamentar. Ese universo paralelo en el que se tomaban decisiones.

el supremo investigará a la senadora del pp

Todo el que tuviera una vela en el entierro del Partido Popular, esa agrupación política con más vidas que un gato, sabía que ese tren se iba a parar algún día. Desconocían si iba a ser en Cuenca, en la estación de Atocha o en Pernambuco, pero a nadie se le escapaba que la escala anterior al punto de no retorno pasaría inevitablemente por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Y al segundo día, resucitó. Y la cosa le pilló subido a un atril del Congreso. Se podrán decir muchas cosas de Mariano Rajoy Brey, todas ya conocidas y propias de sus hagiógrafos más reverentes o de los exégetas más viperinos (que tiene el carisma de una piedra, que es mal orador, que no da la cara, por una parte; que gana en las distancias cortas, que es un tipo afable y campechano, que es muy inteligente, por otra). Pero en lo que todas las sensibilidades suelen coincidir es en que es un gran parlamentario. O al menos, uno por encima de la media de la actual 'politocracia' española, aunque el nivel muchas veces no parezca estar muy por encima de la superficie del mar.

la obsesión por minimizar los daños políticos internos

Nadar y guardar la ropa. Saltar hacia abajo. Tirar la piedra y esconder la mano. Intermitente a la izquierda y salir por la derecha. Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Los pegajosos días políticamente laborables de agosto se deslizan ante la mirada de la hastiada población española como gotas de sudor que ya esperan su turno en la frente de Pedro Sánchez. ¿Quién es el guapo que dice no?

No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé como el agua. Vacía tu mente, sé amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede chocar. Sé agua amigo mío.

El partido se prepara para la investidura de Rajoy como presidente

In extremis. Locución latina de uso actual que significa "en los últimos momentos". Hasta ahí todo bien. Comprensible. Pero vayamos un poco más allá. En narratología, puestos a ponernos un poco pedantes, la expresión in extremis o la menos usada in extrema res se corresponden con una narración que empieza por el final, que sitúa su inicio en el desenlace. Este jueves, el expresidente Felipe González volvía a navegar en uno de sus 'yates' favoritos -una tribuna en El País- para insistir de nuevo en todo eso de la responsabilidad a la hora de abstenerse y evitar unas terceras elecciones (antes fueron unas segundas).

La victoria de Rajoy descoloca a PSOE, Podemos y Ciudadanos

Fue una noche rara. Inolvidable en el rincón de la memoria selectiva. Aunque ya han pasado cinco días, el trago amargo de las (re)elecciones del pasado domingo todavía dificulta las digestiones de algunos estómagos puestos del revés. El estruendo sordo de las israelitas mentirosas, ese revolcón demoscópico en tiempo real que teletransportó a Mariano Rajoy de las catacumbas de algún despacho subterráneo al balcón de Génova, aún se deja oír si pegamos la oreja a la puerta cerrada del pacto imposible de las izquierdas. Con el calorcito que hacía en diciembre. Especial elecciones del 26J.