análisis

Todavía hay conmoción en las tierras de Poniente. El Rey, un hombre tranquilo y respetado, ha caído. Todo ha sucedido de forma inesperada, mientras desarrollaba tranquilamente sus quehaceres monárquicos. Poco antes de su caída acababa de cerrar uno de los asuntos más espinosos de su mandato, y lo había hecho con éxito. Pero, de pronto, todo se había complicado.

borja ventura

El periodista Quique Peinado ironizaba sobre la naturaleza indisimuladamente 'roja' del club de sus amores en el arranque de su libro A las armas. "Creo que la señora Cifuentes alguna noche se ha soñado vestida de Juana de Arco, mechas al viento, comandando una tropa de gaviotas y muchachos con flequillazo que avanzaba 'manu militari' por la Avenida de la Albufera dispuesta a ilegalizar el Rayo", escribía. Era el arranque de un relato que, entre el humor y el costumbrismo, repasaba en formato breve la naturaleza social e ideológica del mítico equipo vallecano. Llegaba unos meses después de su Futbolistas de izquierdas, otro libro -este más largo- en el que tendía puentes entre el socialismo y algunos de los nombres más célebres del deporte rey.

Se precisa alguien que no se pueda vincular a la corrupción

La última vez que el PP vivió un cisma interno acabaron solventándolo en dos días y con un 84% de votos a favor del líder. Sucedió en aquel recordado congreso de Castellón de 2008 en el que la vieja guardia de un aznarismo aún caliente le movió la silla a Rajoy tras su derrota en las elecciones. En aquellos días revueltos, con el impacto del 11M y del vuelco electoral sacudiendo los titulares, los mentideros daban por segura la caída del candidato. Sin embargo, aquella célebre portada de 'Rajoy decide irse' ha tardado diez años en hacerse realidad.

ANÁLISIS

La España de las mayorías absolutas y la plácida alternancia pasó a la historia. Ya no habrá rodillos, ni bloqueos de una sola fuerza, y sólo será posible gobernar si se alcanzan acuerdos y se tiene capacidad de diálogo. Este mantra, que llevan repitiendo propios y extraños desde que se entreviera el panorama allá por las municipales y autonómicas de mayo de 2015, ha tomado cuerpo en forma de jornada histórica en el Congreso. Todos lo sabían, pero no actuaban en consecuencia. Hasta este jueves.

cambio radical en el argumento

"Los presupuestos han sido aprobados con los votos de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Así que no le den vueltas, no hay votos para una moción de censura". Eso lo escribía en Twitter Óscar Puente, alcalde de Valladolid y uno de los últimos valores emergentes del Partido Socialista, el miércoles por la noche. Cuarenta horas más tarde Pedro Sánchez registra en el Congreso una moción de censura contra Mariano Rajoy.

el discurso de Obama, muy presente

Corría el año 2004 cuando un joven y desconocido senador de nombre pintoresco copó los focos de la política estadounidense. Era el acto de proclamación de John Kerry como candidato demócrata a las elecciones presidenciales de EEUU y habían reservado el papel central del evento a un tal Barack Obama. Las convenciones de los dos grandes partidos son actos espectaculares, donde se reúnen los delegados de todo el país para formalizar, en medio de un ambiente festivo, su apoyo al candidato pertinente, que se gana el honor tras meses de dura batalla en primarias. Es la guinda al pastel del espectáculo electoral en un país donde todo parece una superproducción de Hollywood, también la política.

Recorrido por la historia del Terrorismo etarra

Decía Arnaldo Otegi que para "intentar superar el conflicto armado" había que sentar a ETA en una mesa de negociación. Habían pasado apenas siete días desde el asesinato del exministro Ernest Lluch, uno de los más recordados del terrorismo vasco, y aprovechaba la ocasión la izquierda abertzale de aquel entonces para poner en valor el Pacto de Lizarra como remedio a la escalada violenta de aquellos meses. El de Lluch fue uno más, pero uno significativo.

¿Y si hubiera estado trabajando en connivencia con el Estado?

Los mandos policiales no responden, los responsables de la izquierda abertzale lo niegan y los investigadores del entorno de ETA se encogen de hombros. La sorprendente habilidad de Josu Urrutikoetxea para desvanecerse y reaparecer sin ser capturado ha sido uno de los muchos misterios que encierra la última época de la actividad de la organización criminal. No hay pruebas, nadie lo afirma tajantemente, pero durante quince años las acciones de quien fuera uno de los grandes generales de ETA han avivado una idea comprometida: ¿y si 'Josu Ternera' hubiera estado trabajando en connivencia con el Estado para hacer posible la disolución de ETA?

En un negocio donde la imagen decanta un voto nada se deja al azar

En la política actual casi tiene más valor parecer algo que serlo en realidad. Muchos se sorprenden, por ejemplo, cuando pasados los años un político al que apoyaron acaba respondiendo ante la Justicia por lo que hacía mientras se esforzaba en dar imagen de honradez. Como cuando ante un hecho trágico en una comunidad de vecinos siempre aparece quien dice al periodista de turno que 'parecía buena persona' y que 'siempre saludaba'.

El 'posibilismo' de Bescansa, Errejón y Carmena cercena a Iglesias

Era 21 de junio de 1994, a eso de las 16.15h, en una muy soleada ciudad de Chicago. Jon Andoni Goikoetxea llegaba casi a la línea de fondo y se disponía a centrar. Era el extremo derecho de la selección española, y enfrente tenía a la todopoderosa Alemania de Mathaus y Klinsmann. Al lanzar la pelota la puso tan ceñida que, aunque no era su idea, sorprendió al portero y acabó colándose al fondo de la red en uno de los que sería uno de los goles del campeonato. Cuando la renovación no depende de la edad: el 'tándem' Carmena-Gabilondo sumaría 145 años.