análisis del panorama electoral

La noche electoral andaluza dejó una imagen curiosa, de esas que explican por qué a veces la política es más una cuestión de sensaciones que de resultados: Ciudadanos, cuarta fuerza con nueve escaños, era la gran triunfadora junto a los socialistas, mientras que Podemos, tercera con quince, era poco menos que la perdedora junto a los populares.

Análisis

Estimados electores, prepárense. Nos espera un año plácido y, a la vez, terrible. Plácido porque ya se sabe que en año electoral las instituciones de turno se esfuerzan en complacernos. Las estatales y autonómicas se sacarán medidas de la chistera y rebajarán impuestos; las locales aprestarán parques y jardines y reforzarán los servicios de limpieza. En años de elecciones todo parece mejor que nunca.

El proceso está paralizado por Interior

En el panorama político vasco es difícil encontrar dos puntos más alejados entre sí que el PP y la izquierda abertzale. Sin embargo, hay asuntos en los que coinciden, aunque sea bajo motivaciones ideológicas bien distintas: una es la política de confluencia de fuerzas, y otra su postura sobre lo que se dio en llamar 'la Vía Nanclares'.

las edades de los candidatos

Cuando Alberto Garzón nació Rosa Díez ya tenía dos hijos, Diego, de nueve años, y Olaya, de dos. Además, era vicepresidenta de las Juntas Generales de Vizcaya. Por aquel entonces Mariano Rajoy aún no tenía hijos, pero ya le había dado tiempo a ser elegido diputado nacional, concejal en Pontevedra y presidente de la Diputación de la misma provincia.

las novedades del panorama electoral

Si las encuestas tienen razón, las próximas elecciones generales traerán muchas cosas nuevas.

históricos en congreso y senado

Son catorce, diez socialistas y cuatro populares. La mayoría nacieron en los años 40, aunque un par de ellos lo hicieron una década antes. Uno ya ha fallecido, siete están jubilados y seis siguen en activo. Entre estos últimos, los 'benjamines' del grupo, con 58 años. No todos son conocidos. El denominador común de todos ellos: haber pasado al menos nueve legislaturas en las Cortes. Décadas de historia política contemplan este artículo.

desde el gobierno hasta la oposición

Estás tranquilamente estudiando en la biblioteca y alguien se planta a tu lado a darte, en voz alta, las gracias. Y tú sonríes embelesado contemplando la silueta de la que proviene la voz, a la que aún no se le ve la cara. Reconoces la voz, eso sí. Y luego la cara. El mismísimo presidente del Gobierno agradece lo hecho y anima a pensar que las cosas mejoran, aunque queda mucho por hacer.La escena la ha visto media España. Es el vídeo que el PP publicó con motivo de su reciente convención. En él, un Rajoy al que la gente sonríe con la mencionada sonrisa embelesada, agradece hasta el punto de sentarse en un salón a departir con los dueños de la casa, con quienes charla animadamente. Por más que sorprenda, el protagonista es el mismo que durante casi cuatro años de mandato apenas ha dado entrevistas, el mismo que apenas ha dado ruedas de prensa y que, cuando las ha dado, rara vez ha aceptado preguntas de la prensa.

El caso de Gómez ya pasó en el Partido Socialista valenciano

En cuanto se conoció la sorprendente decisión de Pedro Sánchez de expulsar a Tomás Gómez del liderazgo del PSM y poner a una gestora a dirigir a la poderosa federación madrileña muchos dijeron que se veía venir. Y aunque suene ventajista es cierto. Más que eso: no es que se viera venir, es que ya había pasado antes. El PSOE elegirá 'a dedo' al candidato por falta de tiempo

El Ejecutivo de Rajoy es el que menos ha movido la composición de su gobierno

El presidente del Gobierno es un tipo tranquilo, discreto y poco amigo de los cambios. No le gustan las estridencias, ni las revoluciones, ni los grandes titulares. Apenas da entrevistas, siquiera da titulares. La fama de sus frases de perogrullo ya se fraguaba en sus tiempos de líder de la oposición. Cosas del estilo de que "en Cataluña hay más catalanes que nacionalistas" no han hecho más que agrandar su leyenda.

juego de estrategia político

Si España fuera el escenario de un juego de estrategia político, cualquier jugador posaría sus ojos en regiones como la Comunidad de Madrid, Cataluña o Euskadi. Zonas como Galicia, la Comunidad Valenciana o Andalucía quedarían relegadas porque tradicionalmente poco de lo que allí sucede ha tenido eco nacional.