El mapa electoral británico llevaba un tiempo pareciéndose a Maggie Simpson: un cuerpo mayoritariamente azul conservador, una cabeza amarilla nacionalista escocesa y un pequeño reducto rojo laborista a forma de chupete. Pero la bebé de la icónica familia televisiva ya no existe, y no es la única: después de las elecciones que Theresa May decidió adelantar para intentar legitimarse contra la UE en sus negociaciones del brexit ya no hay un dibujo claro en el panorama político británico. EN DIRECTO | Siga toda la información de la jornada.

hoy comparece

Sólo una persona ha mandado tanto en Madrid como Esperanza Aguirre, y ese fue su enemigo íntimo Alberto Ruiz Gallardón. Los estilos de ambos a los mandos fueron diferentes, pero sus finales acabaron siendo igual de precipitados. Ella era la lideresa, la Margaret Thatcher, el verso suelto, el carácter irrefrenable capaz de oponerse a un Rajoy en su máximo apogeo. Él era tranquilo, indirecto en sus críticas, moderado en sus formas y leal al partido. Nadie mejor para retomar el testigo de dos liderazgos tan marcados como alguien que bien aparenta ser la mezcla de ambos.

se impone por más de un 50% en las primarias

En la misma sala en la que le defenestraron, siete meses después y con sonrisa de oreja a oreja. La misma camisa blanca, la misma percha telegénica. La gente ha vuelto a aclamar a un Pedro Sánchez que, puño en alto y 'La Internacional' en la garganta, se convierte en el enésimo superviviente político inesperado -junto a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y tantos otros improbables-. Él ha ganado, y lo ha hecho contra todo pronóstico y sin ser el mejor candidato -si es que alguno era el óptimo-.

Cambio de ejes en Europa y arrinconamiento en el nuevo escenario

"La honestidad me obliga deciros que ya no soy socialista", espetó Emmanuel Macron, ahora flamante nuevo presidente de Francia, en el acto en el que presentaba su propio proyecto. Por aquel entonces acababa de salir del acomodado hueco que le habían hecho en el Partido Socialista para lanzarse a su aventura: prefería arriesgarse a montar algo por su cuenta antes que competir en las primarias de la formación. A juzgar por el resultado, la cosa no le ha ido mal.

¿A quién beneficia su presencia? ¿A Susana Díaz o a Pedro Sánchez?

En el ajedrez del PSOE Susana Díaz es la todopoderosa reina y Pedro Sánchez el imprescindible rey: ella no puede ganar sin derrocarle, y él carece de los recursos que tiene ella. El enigma es el papel de Patxi López: ¿a quién beneficia su presencia? Y, sobre todo... ¿juega con blancas o con negras?

elecciones presidenciales en francia

En la política moderna nada es seguro. George Bush hijo no era rival para Al Gore, Donald Trump era una excentricidad ante la inevitable Hillary Clinton y Mariano Rajoy parecía amortizado políticamente. Así las cosas, es muy arriesgado decir que Marine Le Pen no ganará nunca las elecciones francesas, aunque el sistema electoral del país vecino está hecho justo para evitar que pueda evitarse una victoria como la suya.

Era una maestra del arte del palo y la zanahoria

Sonreía Esperanza Aguirre ante los fotógrafos, posando con los aún más sonrientes ciudadanos. Ella sonreía porque era el centro de atención, ellos porque les acababa de tocar en propiedad un piso público y, dos besos mediante, les estaban entregando las llaves. Era un acto simbólico porque la obra aún no estaba terminada, pero en un momento en el que la vivienda empezaba a encarecerse a un ritmo imparable era una lotería para muchos el acceder a una vivienda nueva a un precio bajo. Entre el público una reportera se acercó a la presidenta, pero no para hacerle una pregunta sobre el acto, sino para trasladarle una invitación. "Ahí en la esquina está la redacción de Alfonso Rojo, dice que si se acerca le invita a un café", le dijo.

Hay un populismo más estratégico y otro de corte más nacionalista

"Todo por el pueblo, pero sin el pueblo" es uno de esos eternos lemas políticos con significado evidente pero de autoría desconocida. Se usa en Historia para hablar del despotismo ilustrado, esa corriente durante la cual los monarcas europeos de finales del siglo XVIII enmascaraban su absolutismo en supuestas razones empíricas y un discurso paternalista hacia sus súbditos. Pero, a la vez, encaja a la perfección con el discurso actual de muchos políticos que encajan la palabra "ciudadano" o "pueblo" y aparecen como salvadores de los males infinitos que acechan por doquier.