Las cadenas de supermercados asociadas a ACES hace ya muchos años que tienen asumido que su papel no consiste solo en facilitar de manera eficiente la distribución de alimentos y productos de gran consumo en las mejores condiciones de calidad, surtido y precio, sino que tienen que contribuir además de manera proactiva a la mejora de la calidad de vida de sus clientes a través de propuestas que aporten valor a la actividad de compra. Las tiendas han dejado de ser meros lugares de almacenamiento y exposición sistemática de productos para ser algo más: un espacio ordenado y diseñado conceptualmente para facilitar la configuración de una cesta de productos completa y saludable.