El dato es el nuevo petróleo. Esta afirmación, repetida con frecuencia en la última década, se ha convertido en el mantra de grandes corporaciones que han construido su éxito en torno a estrategias basadas en datos. Sin embargo, aún son muchas las pymes que ven el universo del dato como un terreno inexplorado, lleno de complejidades técnicas y recursos que parecen inalcanzables. Pero en 2025, la narrativa estará cambiando drásticamente: el dato no será solo el motor de los gigantes; también será el trampolín de las pequeñas y medianas empresas hacia un crecimiento sostenible y personalizado.