La telemedicina ha venido para quedarse. Durante los momentos más críticos de la pandemia fue un elemento clave para diagnosticar muchas patologías, así como para llevar a cabo un seguimiento de los pacientes con enfermedades crónicas que precisaban de atención médica. Sin embargo, aunque los peores compases de la pandemia ya pasaron, los servicios telemáticos se mantienen en el sistema sanitario español. El pasado año, el Sistema Nacional de Salud (SNS) registró más teleconsultas que consultas presenciales en la Atención Primaria. De las 262,1 millones de consultas que atendieron los médicos de familia y los pediatras de los equipos de Atención Primaria, 137,2 millones se realizaron por vía telemática.